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El cibercrimen se forra con los pasaportes COVID
Tue, 18 Jan 2022 09:53:53 +0100
La pandemia lo ha transformado todo. Hoy en día, si una persona quiere viajar en avión o, incluso, entrar en un bar a tomar una copa, se puede encontrar con la necesidad de contar con un documento que acredite que ha sido vacunado o que no está infectado con Covid. El cibercrimen, que está a la que salta, lleva tiempo haciendo negocio con aquellas personas que, por las razones que fueren, no quieren recibir las correspondientes dosis; pero que, sin embargo, no están dispuestas a renunciar a ningún plan por ello. Y, además, cada vez están sacando más dinero gracias a ellos.
Si hace unos meses las pruebas falsas de PCR y de antígenos se vendían normalmente por 75 y 100 dólares, ahora esos mismos documentos tienen un precio de entre 200 y 600 dólares (170 y 450 euros), lo que supone un incremento de hasta el 600% en muy poco tiempo.
Este aumento indica que la gente «ahora está más ansiosa que antes», asimismo la falsificación de documentos afecta a todos los países occidentales. No hay ninguno que se salve. Con todo, hay que destacar que, por ejemplo, reproducir un pasaporte Covid fraudulento, y que funcione, no es sencillo, ya que cuenta con un código QR para su validación, y estos son muy complicados de romper. Básicamente, el cibercriminal debería haber entrado previamente dentro del sistema de verificación para realizar alteraciones que lo permitiese. Por lo que segun los expertos en cibercrimen, lo mas probable es que estos codigos QR no pasen la verificacion y no funcionen en su mayoria. Se calcula que solo el 0.01% de los pasaportes falsos emitidos si que podrían llevar la verificación correcta.
La falsificación de documentos de este tipo no es una buena idea. Y no solo porque, como hemos señalado anteriormente, en el 99,99% de los casos no funcionan, sino porque, además, puede terminar saliendo muy caro. Según se recoge en el artículo 392 del Código Penal, si un particular comete una falsificación en un documento público, oficial o mercantil, «será castigado con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses». La multa económica sería fijada por el juez a cargo del caso.
Nos vemos en Micro!
18 Enero 2022
Tal como ha publicado estos últimos dias la empresa de ciberseguridad Check Point, los precios de documentos falsos relacionados con el COVID-19 ya se mueven entre los 170 y los 450 euros. Se pueden encontrar anuncios en sitios de la Dark Web y en la plataforma Telegram.La pandemia lo ha transformado todo. Hoy en día, si una persona quiere viajar en avión o, incluso, entrar en un bar a tomar una copa, se puede encontrar con la necesidad de contar con un documento que acredite que ha sido vacunado o que no está infectado con Covid. El cibercrimen, que está a la que salta, lleva tiempo haciendo negocio con aquellas personas que, por las razones que fueren, no quieren recibir las correspondientes dosis; pero que, sin embargo, no están dispuestas a renunciar a ningún plan por ello. Y, además, cada vez están sacando más dinero gracias a ellos.
Si hace unos meses las pruebas falsas de PCR y de antígenos se vendían normalmente por 75 y 100 dólares, ahora esos mismos documentos tienen un precio de entre 200 y 600 dólares (170 y 450 euros), lo que supone un incremento de hasta el 600% en muy poco tiempo.
Este aumento indica que la gente «ahora está más ansiosa que antes», asimismo la falsificación de documentos afecta a todos los países occidentales. No hay ninguno que se salve. Con todo, hay que destacar que, por ejemplo, reproducir un pasaporte Covid fraudulento, y que funcione, no es sencillo, ya que cuenta con un código QR para su validación, y estos son muy complicados de romper. Básicamente, el cibercriminal debería haber entrado previamente dentro del sistema de verificación para realizar alteraciones que lo permitiese. Por lo que segun los expertos en cibercrimen, lo mas probable es que estos codigos QR no pasen la verificacion y no funcionen en su mayoria. Se calcula que solo el 0.01% de los pasaportes falsos emitidos si que podrían llevar la verificación correcta.
La falsificación de documentos de este tipo no es una buena idea. Y no solo porque, como hemos señalado anteriormente, en el 99,99% de los casos no funcionan, sino porque, además, puede terminar saliendo muy caro. Según se recoge en el artículo 392 del Código Penal, si un particular comete una falsificación en un documento público, oficial o mercantil, «será castigado con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses». La multa económica sería fijada por el juez a cargo del caso.
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